La noticia de un diagnóstico oncológico en un integrante de la familia, de manera específica en nuestra mamá, puede ser una experiencia desafiante, tanto para ella como para los hijos y demás miembros. Es crucial recordar que cuidar de la salud mental de todo el entorno familiar es de suma importancia durante este período. Algunos consejos prácticos que pueden ser de utilidad para familias cuyas madres han sido diagnosticadas con cáncer son los siguientes:
1. Mantener una comunicación abierta y honesta: es importante que los miembros de la familia tengan el espacio y la libertad para expresar sus pensamientos, emociones y preocupaciones relacionadas con la enfermedad. Puede ser provechoso establecer momentos regulares para hablar y compartir cualquier inquietud que surja; esto ayudará a fomentar un ambiente de confianza y apoyo mutuo.
2. Educarse sobre la enfermedad: es importante que los hijos (y demás miembros de la familia) se informen, a través de fuentes seguras y confiables, sobre la enfermedad. Conocer los tratamientos posibles, efectos secundarios y expectativas a corto y largo plazo puede ayudarles a comprender y manejar mejor la situación. Adquirir conocimiento también puede aliviar la ansiedad y ayudarles a formular preguntas específicas para discutir con los médicos, ampliando así la sensación de control de la persona paciente y de la familia en general.
3. No descuidar la propia salud: es fundamental que los hijos y demás miembros de la familia cuiden de su propia salud durante este tiempo. Intentar mantener una rutina de ejercicio, alimentarse bien y descansar lo suficiente son elementos clave, pero las necesidades serán tan únicas como cada individuo y por tanto es crucial mantener un monitoreo constante de las necesidades específicas a lo largo del proceso. Vale recordar que cuidar de uno mismo permitirá estar mejor preparados para brindar apoyo a mamá y mantener también una adecuada salud mental.
4. Fortalecer la red de apoyo: identificar y fortalecer las redes de apoyo (que puede incluir familiares, amigos cercanos o incluso grupos de apoyo comunitarios) puede proporcionar un sistema sólido con quien hablar, buscar consejos y recibir apoyo práctico.
5. Buscar apoyo externo: no hay por qué pasar por esta experiencia retadora de manera solitaria. Puede resultar muy beneficioso buscar apoyo externo, como grupos de apoyo para familiares de personas con cáncer o terapia con un profesional en Psicología. Estas redes de apoyo profesionales pueden brindar un espacio seguro para compartir experiencias y recibir orientación adicional.