¿Cómo afrontar el cáncer de un hijo o hija?

Nadie nace sabiendo cómo cuidar a otra persona, eso es algo que se va aprendiendo de camino.

Seguramente ya mamás y papás han pasado por un proceso de aprendizaje enorme, con muchos esfuerzos, para poder criar a ese hijo o esa hija que llegó a la familia. Nunca se espera que en algún momento del camino se diagnostique con cáncer a esa persona que se ha cuidado y tanto se ha amado.

Enfrentar el proceso de cáncer de un hijo o hija no es tarea sencilla.

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Así como la persona que padece la enfermedad puede experimentar muchos cambios a nivel emocional, también es esperable que padres y madres experimenten inestabilidad. Es común que existan emociones complejas de manejar como la culpa, el miedo o la impotencia.

También puede haber mucha duda y preocupación con respecto al cuido, reproche por acciones pasadas, alteración en el sueño y el apetito, entre otros cambios. Frente a este escenario un posible riesgo es que tanto padres como madres puedan llegar a experimentar una sobrecarga emocional que les dificulte acompañar.

Es por esto que, hoy quisiera compartirles algunas herramientas que puedan ayudarles a afrontar estos procesos.

Es importante recalcar que es necesario adecuar estas recomendaciones según la madurez del hijo o la hija. No será lo mismo acompañar a un niño o niña, en donde probablemente se tendrá que estar muy presente y dirigir junto con él o ella los procesos, que trabajar con una persona adolescente a quien se deberá dar un poco más de espacio para seguir motivando su independencia, o a una persona adulta, que decidirá libremente cómo quiere llevar su proceso.

  • Es necesario diferenciar entre las propias necesidades y las necesidades de su hijo o hija, pues no suelen ser las mismas. No se recomienda suponer lo que la persona necesita, siempre es mejor preguntarle directamente.
  • Escuchar y reconocer como validar las emociones de su hijo o hija será muy importante, aunque éstas no siempre sean agradables. Que la persona sepa que mamá o papá escucharán, aunque no siempre se sienta bien podrá fortalecer la confianza. Escuche para entender, no para responder.
  • Tenga cuidado con caer en juzgar o criticar la manera en que la persona lleva el proceso. No se juzga el dolor que no se siente.
  • Se recomienda adecuar la información sobre el proceso de enfermedad dependiendo de la madurez de la persona. Se desaconseja ocultar información, al hacerlo se pueden generar malentendidos, desconfianza e incluso inseguridad en quien tiene la enfermedad, aunado a una sensación de soledad.
  • Procure abrir espacio para crear nuevos recuerdos agradables cuando sea posible. La persona, aun con el cáncer, no deja de ser persona, necesita conexión con sus seres queridos y momentos de esparcimiento. Apoyarle para seguir cultivando otras áreas de su vida será indispensable.
  • Con niños o niñas una de las recomendaciones más importantes será adecuar la información según la madurez y mantener, en la medida de lo posible, una cierta rutina que dé la mayor estabilidad que se pueda.
  • Si la persona ya es mayor se recomienda ofrecer apoyo en tareas prácticas como hacer las compras, apoyar en transporte, pedir medicamentos, cocinar o limpiar. Ofrecer compañía y respetar sus decisiones les ayudará.
  • Será fundamental permitirse espacios personales de expresión emocional, ya sea con seres queridos o con profesionales que le acompañen. Sus emociones también son válidas y necesitan ser acompañadas.

Recuerde que su dolor no es secundario. Si usted es un pilar fundamental en el acompañamiento y cuidado de su hijo o hija, no dude en buscar un espacio seguro en el que pueda expresar y canalizar sus emociones.

Elaborado por:

Licda. Sofía Valerio Peña